Una docente universitaria fue denunciada en la Justicia por "intimidación pública" a través de redes sociales EL POPULAR dialogó con Adrián Albor, abogado defensor de Mónica Sterky, docente universitaria que fue denunciada penalmente por publicaciones en redes sociales contra el presidente Macri. Tildó lo sucedido como un "disparate".
"Es muy triste que los tiempos hayan cambiado tanto, que ahora tengamos que tener miedo de lo que ponemos en Internet", refirió Albor en diálogo con EL POPULAR. El letrado detalló que la investigación se encuentra sumamente avanzada, teniendo no sólo en cuenta la diversas labores que se han llevado a cabo en la instrucción, sino que se está en días en los que el juez federal interviniente, Ariel Lijo, debe proclamarse sobre la situación procesal de Sterky. En otras palabras, dictaminar si la sobresee; si la procesa y dispone que todo se dirima en el futuro en un juicio; o si determina la falta de mérito para una postura u otra.
Actualmente todo se encuentra encuadrado en una suerte de "intimidación pública". Aunque teniendo en cuenta lo labrado y las características de la audiencia a declaración indagatoria a la que fue citada la acusada, todo parece estar más cercano a una "amenaza simple", según detalló Albor. "Realmente es un disparate. Para que sean amenazas, tienen que afectar la libertad de una persona, y dudo mucho que incluso Macri se haya enterado", acotó.
Lo concreto es que desde el Poder Judicial de la Capital Federal todo parece haber sido entendido de la manera opuesta y diversas tareas investigativas han sido llevadas a cabo de manera prácticamente ininterrumpida a partir que desde la Policía Federal se detectara una serie de tuits, cuya publicación se le atribuyen a la docente universitaria de nuestra ciudad.
"Se le atribuyen unos tuits que fueron paralelos a la época en la que se produce lo del carnicero que atropella con el auto al ladrón, y cuando Bonadio mandó a quemar los kits Qunita", explicó.
"Uno de los tuits que se le atribuyen a Mónica decía algo así como que ‘si el Presidente dice que se puede matar a los ladrones, entonces podemos salir a matar al Presidente’ ", recordó. "Tomar esto como una instigación a salir a matar al Presidente es realmente ridículo; de lo que podríamos hablar eventualmente es que se le dice ladrón, no que lo vayan a matar", completó segundos después.
"El tuit que se le atribuye sobre Bonadio dice que ‘si Bonadio mandó a quemar las Qunitas, quizás tengamos que quemar a Bonadio’. Quemar es un término ambiguo, sabemos que el uso cotidiano que se le da al término quemar es hablar mal de alguien, exponerlo ante la sociedad. De cualquier manera pretender que de esos dichos lo que se esta haciendo es pedir a la sociedad que vaya a quemar, a prender fuego a un juez, es disparatado también", continuó el letrado capitalino.
"El Gran Hermano"
En toda su conversación con este Diario, Albor no quiso que ningún punto sea pasado por alto y menos aún relativizado. En ese sentido, ubica lo hecho desde el Poder Judicial como algo "tan grave como absurdo". Es por ello que cuestionó severamente que se estén destinando recursos del Estado para estos fines. "Hay un organismo de la policía, que tendría que estar dándonos seguridad, controlando las redes sociales a ver qué escribe la gente, para ir y perseguir a la gente", arremetió a medida que utilizaba como ejemplo el personaje de la famosa obra "1984" de George Orwell. "Es el Gran Hermano que nos dice que ‘no cometamos actos inmorales’; ninguna inmoralidad es criticar los actos del gobierno, desde ya", detalló.
Albor habló puntualmente de un contexto de decisiones políticas que han generado descontento social, todo en un marco en el que se limitaría cada vez más la protesta social. "Le han hecho tareas de inteligencia, le han ido a sacar fotos a la casa. Es increíble la garra que le han puesto a esto, es la garra que no le ponen a una organización de narcotráfico. Es terrible el momento histórico en el que estamos viviendo", sentenció.
Otra de las características puntuales que llaman la atención y que no pueden ser pasadas por alto es que toda la dirección de la causa está siendo llevada adelante por un juez, el ya mencionado Lijo, y no por un integrante del Ministerio Público Fiscal. Albor explicó que el Código Procesal Penal Federal "permite que la causa, cuando es iniciada por una prevención policial, se inicie sin el impulso que corresponde al fiscal". "Hay un organismo que sondea las redes. Como esto es un organismo policial, se considera que lo que inician es una prevención policial", agregó segundos después, a medida que relataba que ya han presentado diversos planteos de nulidad al respecto y aguardan por la contestación a los mismos. "Esto es irregular", completó.
"Molestias"
Otra de las situaciones, como mínimo, llamativas que se han registrado en las últimas semanas en torno a Mónica Sterky han sido llamadas telefónicas u otra serie de comunicaciones de dudosa procedencia y con un fin que aún no se conoce. "Ella esta sufriendo unos ataques que realmente son muy engorrosos, son molestias. No tememos por la seguridad de ella, pero sí vemos cosas que son muy raras", relató.
Una de esas "molestias" fue la recepción de una carta documento que tenía el logo y membrete de AFIP, y en la que se la citaba en un plazo de 48 horas para presentarse en una de esas oficinas por diversas irregularidades. Albor detalló que "con el ojo entrenado" se podía ver la falsedad de ese escrito, pero que Sterky nunca dudó de la veracidad y se presentó lo más rápido que pudo. Trabajadores de la administración pública le relatarían luego que esa carta no era real.
Días después recibió una llamada telefónica de alguien que se presentaba como parte de la Universidad Nacional del Centro, pero que cortó automáticamente cuando corroboró que ése era el número de la docente. La sospecha es que se le habría intervenido inclusive el teléfono; "no lo podemos descartar", respondió. "Creo que esto es factible que sean maniobras tendientes a asustarla", consideró.
Lo concreto es que la investigación no sólo contaría con impresiones de pantalla de los tuits que se le atribuyen, sino hasta con imágenes de la propia docente que habrían sido tomadas en tareas de seguimiento. Lo mismo ocurriría con vecinos y diversas personas de su entorno. Vale destacar, que desde la página Twitter fue negado el acceso de información precisa de la cuenta, ya que se resguardan datos vinculados a la privacidad de los usuarios. "Salvo que acrediten riesgo inminente, Twitter no da la información", señaló.
"No hemos encontrado ningún antecedente. Son temas que son muy novedosos. A través de Internet lo que podés encontrar es quizás transmisión de imágenes de pedofilia, delitos de defraudación bancarias. Ahora que sigan gente por expresarse no tiene antecedentes a nivel mundial diría yo", sentenció.