Poco a poco, los hinchas de los dos equipos buscaron su espacio; aunque también el ambiente futbolero de la ciudad no se quiso perder este compromiso; uno de los tantos que quedarán en la historia de la ciudad. Y, desde los cuatro costados, recibieron a sus jugadores de la mejor manera cuando ingresaron todos juntos como se utiliza en los grandes eventos.
Allí se vio a El Fortín con su clásica indumentaria de este año; mientras que Estudiantes tuvo que confeccionar una camiseta alternativa (roja) para que existan marcadas diferencias en los colores. Y, en ese contexto, Ramiro Biscardi tuvo de todo: camiseta azul y negra, pantalón verde, medias blancas y botines rojos.
Por lo pronto, ayer en el Parque Carlos Guerrero todos cantaron y alentaron a los suyos, y seguramente lo harán en la revancha. Ya que esta historia aún tiene 90 minutos por delante, donde habrá más condimentos porque allí será el cierre de la historia.