Se observa un panorama sombrío porque no hay posibilidad de reabrir y no hay demanda lo que ha motivado a sus dueños a agruparse buscando el apoyo de la gente y de sus clientes.
En nuestra ciudad volvieron a una cierta normalidad y pudieron reabrir, pero visto fue que lo acotado de sus espacios por las medidas preventivas sanitarias, el temor en su momento de la gente de salir y lo golpeado de los bolsillos los volvió a relegar y trabajar solo con delibery que no es la solución.
Sin embargo, se observa un panorama sombrío porque no hay posibilidad de reabrir y no hay demanda, lo que ha motivado a sus dueños a agruparse buscando el apoyo de la gente y de sus clientes.
Si se analiza en profundidad la problemática de brotes, contagios y la circulación comunitaria que hoy atraviesa nuestra ciudad, el comercio en su conjunto ha sido quien más ha acatado las disposiciones vigentes y los contagios y la diseminación del virus provino de aquellos que vulneraron las normas y subestimaron al virus. Y este sector no merece esta vez "pagar los platos rotos".