Alberto ya tiene su jefe de campaña. El peronismo y el camporismo en una guerra que tiene sus antecedentes. El gallismo y una nueva estrategia en Azul después del pase de Bertellys al kirchnerismo. El radicalismo oficialista define su estrategia. El pichettismo en plena campaña. El massismo local y sus candidatos.
Cacho Fernández - [email protected]
Aníbal Fernández, tan bélico y provocador como un panelista de un programa de TV, emprendió últimamente una guerra contra la agrupación de Máximo Kirchner. El miércoles acusó a La Cámpora de ser "una calamidad" y la comparó con otras "calamidades", dijo, como la pandemia y la guerra ruso-ucraniana.
El quilmeño oficia últimamente de jefe de campaña de Alberto Fernández, y el ataque al camporismo es una especie de ataque a Cristina Kirchner que es la madre y progenitora de esos jóvenes que no lo son tanto. La guerra del peronismo contra el camporismo es una constante histórica, una especie de canibalismo peronista o una guerra tan interminable como la ruso-ucraniana.
Aníbal representa al peronismo ortodoxo u original. Al menos está más cerca del peronismo que esta "juventud" cristinista que desde hace años viene arremetiendo con todo en la interna de ese espacio.
Su ataque el camporismo es similar al de Perón contra Héctor J. Cámpora en 1973 cuando aceleró su renuncia. El General también quiso y sabía que voltearlo a Cámpora era darle un mensaje a la JP (seguidores de Cámpora de algún modo) a la que había utilizado para volver al país.
Pegándole a Cámpora le pegaba a la JP, a la que quería sacarse de encima, y a ésta le faltó esa sagacidad para no ayudarlo a cumplir con su propósito. El 1 de mayo de 1974, al viejo líder se le presentó el escenario ideal para correrlos del Frente político que entonces lideraba, cuando en realidad debió contenerlos para impedir una insensata radicalización algo ingenua y también arrogante.
Sin quererlo, quizás, Perón colaboró con ello. O tal vez no podía hacer más nada y ya se vislumbraba que aquellos hijos adoptivos comenzaban a transitar una tortuosa parábola como la del hijo pródigo de San Lucas pero sin tener la posibilidad de volver. Ya era demasiado tarde para hacerlo y la tragedia se iba insinuando cada vez más.
Perón se sintió agredido cuando la juventud le reprochaba que "estaba lleno de gorilas el gobierno popular", lo consideró una insolencia, los trató de "estúpidos imberbes" y los arrojó a las fieras que esperaban esa descalificación y esa expulsión. Tal vez Perón coincidió con lo que deseaba la JP, pero el líder del peronismo les estaba exigiendo a los jóvenes que no lo sean o que lo fuesen cuando le encajaba a su estrategia.
De alguna manera, aquella guerra generacional vuelve a repetirse, aunque obviamente con otros actores, obviamnete muy diferentes, y otro destino y sin tanto riesgo y tanta tragedia para los derrotados.
Posiblemente, la jugada de los Fernández con la Vice en esta guerra de apellidos tocayos, termine en una inevitable fractura del Frente de Todos con el cristinismo, que posiblemente desempolve Unidad Ciudadana y divida el voto kirchnerista por dos. ¿Esto es lo que pasará o Cristina volverá con su alquimia electoral de unir a un moderado con un duro. En este caso, Massa con Wado de Pedro o a la inversa para preservar el poder en la provincia de Buenos Aires.
Milesi sigue en la cancha
Mientras tanto, Rodríguez como Parra continúan "inocentemente", -no les queda otra alernativa- con el objetivo de ser candidato a intendente esperando que al final del camino una supuesta encuesta tenga la última palabra, resurge la figura de Sergio Milesi para competir por el Municipio y por esa línea. El contador ya tiene el aval de su dependencia y de gente muy cercana al gobernador Axel Kicillof que lo habilitarían para dedicarse de lleno a la campaña y el senador Bucca también aportaría su compromiso para dar señales de querer ir contra La Cámpora (se sabe que esta agrupación no está en buenas relaciones con el gobierno). ¿También lo medirían a Milesi?. No se sabe aún pero esto de la medición es lo último que se dijo para atenuar la versión anterior del enfrentamiento y una posible entrega.
A todo esto, Eduardo Rodríguez está acostrumbrado a este juego y de última podría canjear sagazmente su postulación por una "contención" política diferente, pero Parra realmente quiere ser intendente y él mismo dice que se va a jugar por ello.
Letras y estrategias
Veamos lo que pasa en Juntos por el Cambio. En el PRO se debate qué esquema adoptar, si el de la "V" o el de la "Y". ¿qué se quiere decir con esta simplificación a través de letras?. Que o bien solo habrá dos precandidatos en la Nación, dos en la Provincia y uno solo en los municipios que gobiernan ellos, caso Olavarría.
Así será en el macrismo, pero luego habría que ver qué hará el radicalismo en sus dos versiones, "Evolución" y "Adelante, oficialismo y oposición respectivamente. Ambas facciones se acusan recíprocamente de "arreglistas" o "acuerdistas", y ambas se arrogan de ser los portadores de la bandera del protagonismo radical dentro de "Juntos".
Probablemente, a partir del lanzamiento de Gerardo Morales, y un Facundo Manes fuera de toda candidatura, el radicalismo lleve una sola fórmula en Nación y una en Provincia en donde nadie descarta una que lleve a Martín Tetaz y a Maxi Abad juntos. Si esto pasara, es posible que impida una interna local entre Sebastián Matrella o Belén Vergel (Evolución) versus Marcelo Spina (por Adelante). O simplemente un acuerdo general con el PRO.
El problema es en la Séptima en donde el gallismo perdió a Hernán Bertellys, quien acabó acercándose demasiado y por necesidad a César Valicenti. Los fondos para los sueldos los fue juntando y Ezequiel Galli hoy habla con el vecinalismo de Podemos.
Desde el Municipio emana un fuerte optimismo con la seccional. Por ejemplo, suponen que van a ganar en 25 de Mayo con Ramiro Eguen, también en Roque Pérez, con Juancho Cravero, que hay muchas posibilidades de derrotar a Marcos Pisano en Bolívar y dan por descontado un triunfo de Ezequiel en Olavarría."Estamos muy bien en la Séptima", aseguran.
Estiman que la unidad que rige en Saladillo y Alvear es invencible y se preparan para una dura disputa en Azul en donde "lo que les suma Bertellys al FDT se los resta un perdedor profesional como (Nelson), Sombra", ironizan.
Calma radicales
Ayer asumieron las nuevas autoridades en la UCR local con Belén Vergel (Evolución) a la cabeza y además una posible aspirante para ser la referente radical en una Paso.
El comité estuvo colmado de asistentes y los había hasta en la vereda. Con respecto al lanzamiento de Marcelo Spina, una semana atrás, sus oponentes internos dejaron completamente en claro que las candidaturas saldrán de un debate y de una aprobación partidaria y subrayaron que la gente ya había dado su opinión en las internas partidarias. El concepto fue claro y terminante y prefigura un conflicto porque por un lado intenta marcarle la cancha a la agrupación "Adelante", de Spina y demás e instala además la idea que el radicalismo se alinearía en la posición nacional de ir con una sola fórmula. Salvo que Maxi Abad se afirme en la idea de repaldar la candidatura del ingeniero Spina que lo fortalezca para una interna local y la diputada Alejandra Lordén, una de las líderes junto con el senador Alejandro Cellillo de esa línea interna en la Sección. Por ahora, las nuevas autoridades están parados en otra posición, precisamente la opuesta a la del grupo Adelante. La serie de la interna radical continúa, y promete nuevos episodios.
Pichettismo y curismo
Dentro de una semana movida, Encuentro Republicano Federal (pichettismo-curismo) activó una fundación que contribuirá a darle más vida a la agrupación que funciona dentro de "Juntos" y en Olavarría es uno de los aliados más firmes que tiene Ezequiel Galli. Lo reafirmó Mario Cura en la cena que se brindó para unos trescientos asistentes en la que estuvo también el presentador de la Fundación, el ex defensor del pueblo y diputado nacional, Eduardo Mondino, quien expresó un discurso muy optimista en lo nacional no por lo que se hizo durante estos años ni por lo que se está haciendo sino por lo que se puede hacer para sacar adelante al país.
Mario Cura, sin descuidar lo nacional, reafirmó su alianza con el gobierno municipal y resaltó la candidatura de Miguel Angel Pichetto para presidente de la Nación. Como su jefe máximo, habló de la necesidad de afianzar un capitalismo con justicia social (un peronismo doctrinario) contra el pobrismo vigente según las categorías del mismo Pichetto.
Envolviendo todo, y con un frágil envoltorio, la economía se derrumba inevitablemente, el dólar está por las nubes, también la inflación, y el salario de los argentinos con ingresos fijos se deteriora día a día como las esperanzas populares de un país mejor. El plan de Sergio Massa se destruye a la par de su propia imagen.
La inocencia condenada
No quedan dudas que la inocencia o la ingenuidad en política termina siendo castigada, algunas veces con forma de tragedia y otras de frustración. Pero la ingenuidad y la falta de sagacidad son los factores fundamentales de toda derrota política y también existencial. Un político decía que en esta actividad no es necesario tanto ser bueno como inteligente y sagaz.
Un film de Netflix, "Waiting for the barbarians" demuestra claramente que en esta vida no habría lugar para los buenos. El comandante de un fuerte de una especie de Legión extranjera en Africa cree que puede ir contra la barbarie de sus propias fuerzas que torturaron salvajemente a una mujer, decide enmendar esas conductas, pero al querer repatriar a la mujer a su tribu se encuentra con una barbarie opuesta. El resultado es que este señor, quien vive fuera de todo contexto (todo inocente es un descontextualizado) , se queda solo con su propia inocencia y todo su entorno destruido.
También el genial escritor ruso, Fyodor Dostoyevsky abordó este tema en su novela "el Príncipe idiota" o "El idiota", pero este calificativo como un sinónimo no de necio sino de "inocente", o descontextualizado.
Como el comandante de la película, y por su inocencia, su personaje se termina destruyendo a sí mismo y todo su alrededor. La política (como la vida) es un juego de pícaros y no de imbéciles, podría decir el sociólogo Pierre Bourdieu.
Es posible entonces que que la inocencia esté fatalmente condenada. La inocencia carece de sagacidad y estrategia. En la política algunos sueñan con cambiar el mundo, con ser candidatos y otras cosas y sus jefes hacen su negocio, el que más les conviene.
Entonces, o se es un poco "malito/a" o "pícaro/a" o los cuadros menores se quedan en el camino. El general Perón solía preferir negociar con los astutos y no con los ingenuos y con esta simplificación estaría todo dicho.
Intereses encontrados
En el massismo seccional y local se presenta un escenario muy complejo, en donde dos y también tres candidatos con buenas intenciones se conciben acompañados de sus jefes pero algunos trascendidos dirían otra cosa.
Por un lado, el saladillense, Ricardo Lissalde estaría buscando la paz de una banca en la Legislatura, y el bolivarense Eduardo Bucca estaría procurando mantener una buena relación con el camporismo y el massismo, jugando a dos puntas pero sin diferenciarse del camporismo en la Sección. En su agrupación "Olavarría al frente", habría dos postulantes distritales, Hernán Parra y Sergio Milesi, y ambos "entran bien en el medio pelo olavarriense", definió un político con muchas campañas encima,
El único contrapeso que tendrían ambos serían Cristina o Alberto si es que no tienen más remedio que llevarlos en la parte superior de la boleta. Ambos postulantes nacionales no entran en cierto electorado local.
Lissalde, que lo respalda a Eduardo Rodríguez, cambiaría esa candidatura distrital por una banca para él en Diputados. Eso dicen algunas fuentes de la Provincia quienes también argumentan que esa estrategia estaría basada en la mala relación que mantiene el escribano saladillense con el gremio de Facundo Moyano y el clima enrarecido que flota desde el último enfrentamiento entre ambos actores en el que corrió bastante sangre.
En tanto Hernán Parra prefiere continuar trabajando por su sueño municipal y presume que Rodríguez tendría un plan "B", por ser un hombre acostumbrado a esos juegos sagaces y especulativos. (A Milesi lo tratamos aparte)
Eduardo, por su experiencia política, tal vez el plan de su jefe seccional, pero también sabe que el reloj biológíco de la política lo ha emplazado perentoriamente a que ésta sería su última oportunidad de ocupar el cargo que aún le falta ocupar, esto es, el de Intendente. Rodríguez lo sabe y seguramente va a pelear por ello. De allí que convoque a un plenario el próximo 22 de marzo para sumar gente que lo ayude a llegar al Municipio.